El Compromiso pitagórico.

La verdad no es de nadie. La verdad está siempre a nuestro alrededor, como oculta o desaparecida hasta que alguien la vislumbra y llama la atención a los demás. Entonces se revela y aparece a nuestros ojos quitándonos una venda que nos mantenía ciegos hacia ella.

Hubo un hombre de la antigüedad, un filósofo griego, llamado Pitágoras, que hace 2500 años, enunció un teorema que lleva su nombre y es conocido por cualquier persona que haya estudiado la enseñanza general básica. Se dio cuenta, Pitágoras, por su curiosidad y observación, de que la suma de las áreas de los cuadrados levantados sobre cada uno de los dos catetos de un triángulo rectángulo sumaban una superficie igual a la del cuadrado levantado sobre su hipotenusa.

No fue cosa de Pitágoras que se cumpliese esa identidad. Él sólo se dio cuenta. Y lo hizo ver a los demás. Realmente, la verdad descubierta por Pitágoras no tenía, ni tiene unas consecuencias prácticas importantísimas, sin embargo, la gente atendió a aquella cuestión, la aceptó, y después de 2500 años, seguimos manteniendo vigente y actualizada esa verdad y haciendo que la aprendan y la recuerden nuestros estudiantes.

No sólo es responsabilidad de Pitágoras que una simple verdad tan sencilla sea reconocida y respetada a lo largo de tantísimas generaciones. El verdadero mérito está en la gente, en la curiosidad de la gente, y en el respeto y el aprecio por la perfección de la verdad en sí misma.

En este blogg queda evidenciado que tenemos un sistema falsamente democrático. Ésa es la verdad: esto no es una democracia a día de hoy. Es un sistema aristocrático. En cada partido hay un pequeño grupo de aristócratas con su propia corte personal y su compañía de legionarios y su grupo de forofos. Todos cobrando ya, o esperando cobrar del sistema. Estos aristócratas se reúnen entre ellos, en el interior del Congreso, o en el interior de su propio partido. Pero a los ciudadanos nos dejan fuera. Muy de vez en cuando, años incluso, salen y nos dicen que han decidido algo, pero no cuentan con nosotros nada más que para que lo aprobemos sí o sí. Porque o gana un aristócrata o gana otro. Puede ganar el aristócrata Mariano Rajoy, o Pedro Sánchez, o Rosa Díez, o Pablo Iglesias, o Artur Más, o cualquier otro: todos ellos son aristócratas. Son una clase aparte de la nuestra. Y ninguno cuenta con nosotros. Ha quedado demostrado en este blog, que si nosotros, los ciudadanos, no nos unimos para enfrentarnos al conjunto de los partidos políticos para obligarles a que cambien este sistema representativo, falsamente democrático, por una DD que, realmente, le entregue al pueblo la facultad de tomar las decisiones, nunca saldremos de este círculo vicioso de la mentira que nos han montado los partidos políticos y se ha sostenido durante 36 años, con el blindaje legal de la constitución. Un sistema que tiene sus frutos más destacados en casos como los de los ERE, el de Bárcenas, el de Pujol, o el 11M.

Por eso, he querido invocar en este blogg a Pitágoras para que su ejemplo nos ilumine. Tenemos que unirnos para defender nuestro teorema y hacer que nos respeten nuestra verdad, la verdad de convertir al pueblo en soberano y a los políticos en nuestros empleados, sólo empleados, no representantes.

Este blog, termina con la invitación a establecer un compromiso entre los los ciudadanos. Este compromiso, el Compromiso Pitagórico, se compone del siguiente índice de voluntades inquebrantables:

1. El Pueblo es la autoridad, el soberano. Y tiene voz. Y debe ser escuchada con frecuencia. Esa voz del Pueblo se expresará, en cada ocasión, por medio de muestras aleatorias de 1 por mil de la población, y se respetará de forma sagrada. Este es el primer cambio que exigimos: La forma de nuestra democracia. Queremos una DD, no una democracia representativa como la actual.
2. En esa democracia directa, la voz del Pueblo, no los diputados, elegirá directamente al presidente del gobierno, de cada ámbito territorial, para un mandato de 4 años. De esa misma elección saldrán también 3 suplentes. Los presidentes, cada uno en su ámbito territorial y dentro de sus competencias, rendirán cuentas mensualmente ante el pueblo de la marcha de su gestión. Los primeros suplentes deberán hablarle también cada mes al pueblo. Cada seis meses, el Pueblo evaluará a su presidente: Tarjeta Verde (Bien) o Amarilla (Mal). Dos tarjetas amarillas equivalen a una roja: Sale el presidente y entra el primer suplente.
3. Según la forma de Estado que el Pueblo decida, habrá 1 sólo parlamento (Estado unitario) o 17 (Estado federal o autonómico). El parlamento estatal, por ejemplo, estaría formado por cinco partidos con 70 diputados cada partido para que elaborasen las leyes estatales, durante un periodo de 4 años. En la misma votación se determinarían también 3 partidos suplentes. Nada de aquí te pillo aquí te mato. A la vez, los ciudadanos que voten cada semestre emitirán una evaluación sobre cada uno de los cinco partidos que componen el parlamento. El partido que acumule más votos negativos al final de cada año, si no supera un número mínimo de votos positivos será sustituido por el primer partido suplente. Las leyes serán garantistas, dejando margen para que los respectivos gobiernos orienten sus actuaciones con flexibilidad pero dentro de la ley.
4. Habrá unos tribunales de justicia de ámbito nacional y otros de ámbito provincial. Para el control visualizado por los ciudadanos de un porcentaje de los juicios celebrados cada mes, extraídos al azar, se contaría con múltiples Jurados repartidos por todo el territorio nacional. A cada Jurado se le asignarían varios juicios al mes. Cada Jurado contaría con 30 miembros, que revisarían las grabaciones de las sentencias de cada uno de sus juicios de forma individualizada. Los miembros de los Jurados serían seleccionados al azar en una proporción del 2 por 10.000 de los ciudadanos, y nombrados para todo un año, improrrogable, y compensados económicamente. De la decisión de los Jurados dependerá que la sentencia del juez sea válida o deba repetirse el juicio. El Jurado, a su vez, realizará una evaluación del juez, cuya carrera será condicionada o limitada por estas evaluaciones.
5. Habrá un defensor del Pueblo elegido para mandatos de 5 años que , al frente de las fuerzas armadas, defenderá la legalidad vigente y la seguridad ciudadana. El defensor del Pueblo recibirá instrucciones, conformes con la legalidad, del gobierno y de la justicia.
6. Los partidos políticos son las fábricas de la ideas que pueden resolver los problemas del pueblo. Las ideas nacen y se seleccionan del debate entre los afiliados de cada partido político. Todos los partidos políticos actuales están viciados por ausencia de debate entre los afiliados. No son partidos democráticos, sino aristocráticos. Los ciudadanos tenemos que exigir a estos partidos políticos que se democraticen, que suscriban nuestro compromiso pitagórico, que se comprometan con la DD, y, si no, deberemos boicotearlos, negándoles nuestros votos hasta que lo hagan. Para que exista al menos un partido democrático, al que los ciudadanos interesados puedan entregar su voto en el caso de que ninguno de los partidos actuales se adhiera al compromiso pitagórico, desde esta plataforma se creará un partido democrático con formato digital, basado en el debate y sin líderes, que luchará por hacer realidad lo propuesto en este blog.
7. Es necesario acometer la Reforma de la Constitución, empezando por cuestionarnos la forma de la democracia: DR o DD. Después decidiremos el tipo de Estado y el tipo de constitución que queremos. La constitución hay que reformarla título por título. No podemos dejar que nos den la reforma ya hecha, sin nuestra participación, como hicieron en 1978, y salió lo que nos salió. Pero para que esta reforma pueda hacerse de esta manera, y con esta participación, antes hay que aprobar una ley que modifique la forma de hablar del pueblo, creando la opción de muestreo al azar del 1 por mil de la población. No importa lo que tardemos en llevar a cabo la reforma, sino hacer las cosas bien. Mientras se aprueba la reforma tendremos vigente la constitución actual, y si la hemos aguantado 36 años, podemos aguantarla algunos más.
8. La creación de los Estado Unidos de Europa es el reto de unión que nos cabe plantearnos a los ciudadanos de los actuales países europeos. El futuro de Europa, es ése, o no es ninguno. La Unión no es nada si no va dirigida hacia un Estado único, una única nacionalidad, un único idioma oficial, una única moneda, un único ejército, un único parlamento, una ley común para todos, una única educación, una única sanidad, una única política exterior, una única política fuerte de solidaridad.... Un objetivo así nos unirá a todos. Una unión europea sin objetivos ambiciosos, con sólo objetivos administrativos y financieros, es una unión burocrática, la unión de las subvenciones millonarias, que se hundirá y nos hundirá a todos, otra vez, entre los fantasmas de los nacionalismos.
9. Es llegado el momento de que los ciudadanos cambiemos de mentalidad y hagamos cambiar de mentalidad a los políticos. Sólo si cambia el tipo de democracia, de DR a DD, podremos decir que la soberanía reside en el Pueblo. La voz del Pueblo, técnicamente, científicamente, puede extraerse de una muestra de un porcentaje de sus mismos ciudadanos extraída al azar, un 1 por mil, no hace falta más. Los políticos nunca más serán soberanos, serán nuestros empleados, y durarán en sus cargos el tiempo que nosotros decidamos. Pero si lo hacen mal, no van a tener mucho tiempo para aprovecharse, porque cada seis meses los vamos a evaluar, y ellos lo van a saber, y van a tener que empezar a curarse en salud. Éste es nuestro momento histórico, el momento de los ciudadanos, y deberíamos saber reconocerlo y actuar en consecuencia. Es el momento de unirnos, de plantarnos, de exigir el cambio del sistema, de exigir que el pueblo se exprese por segmentos del 1 por mil con frecuencia y naturalidad, y de exigir que cuenten con nosotros para todo. Pero recuerda, no van a venir a hacernos propuestas como ésta todos los días. Éste es el momento de que los ciudadanos asumamos este compromiso pitagórico y es el momento de colaborar a su difusión. Es ahora, o Dios sabe cuándo.
10. Es el momento de asumir este compromiso pitagórico. Lee despacio cada uno de sus puntos, explicados más ampliamente bajo cada una de las pestañas de este blog. No tengas prisa, es algo largo, pero te interesa leerlo. Nos interesa a todos que lo leas. Somos potencialmente muchos y ellos muy pocos. Ellos son fuertes, pero sólo unos cientos. Nosotros no es que seamos muchos, es que somos todos, somos el todo.  No sobramos ninguno, tú tampoco. Sé que si el compromiso consistiera en exigir que nos televisasen los partidos de fútbol, gratis, cada domingo, no habría que animar mucho al personal ciudadano. Estos asuntos planteados aquí parece que nos interesan a menos, pero, no obstante, yo espero que haya muchos ciudadanos pitagóricos, que prefieran gritar “Viva la democracia, Viva verdad”, aunque también sé que habrá muchos que no les importará seguir gobernados por esta clase de ignorantes y desaprensivos y preferirán gritar “Viva la aristocracia golfa, Vivan las caenas”. Si estás de acuerdo con los objetivos de este compromiso: engánchate a él. Envíanos tu acuerdo mediante correo electrónico a nuestra dirección: compromisopitagorico@gmail.com para que nos quede tu dirección y podamos mantenerte informado de los pasos sucesivos. Difunde este blog entre tus amigos de Internet y habla de él con tus otros amigos. Invítalos a unirse con nosotros. De momento el compromiso que debemos asumir es sólo moral, sólo con nosotros mismos: no votar a ningún partido que no se sume públicamente a este compromiso y cambie su formato aristocrático por un nuevo formato democrático como el descrito en este blog. Consiste en decir no a cualquiera de sus propuestas: Separatismo, Reforma Constitucional, cambio a Estado Federal, etc, da igual  lo que sea. Debemos rechazar cualquier propuesta que no pase por plantear primero la DD. Posteriormente, crearemos nuestro propio partido, al que también serás invitado a afiliarte. Esto último lo empezaremos a hacer tan pronto como contemos con un número mínimo imprescindible de compromisarios interesados en unirse al partido, pero de eso ya os hablaré más adelante. Por cierto, de momento, no quiero engañaros, aunque a veces hablo en plural, de momento, 23 de julio de 2014, en que estoy escribiendo esto,  sólo estoy yo. Hoy puede que ya estés tú también, ojala. Yo soy un funcionario jubilado de 67 años que no pretendo nada para mí, ni siquiera algo de notoriedad, por eso no voy a decirte ni mi nombre, por evitar cualquier protagonismo, aunque no tengo nada que ocultar. Tampoco me considero imprescindible en este proyecto. Pero alguien tenía que sacar a la luz algún día un tema como éste para que todos pudiéramos apoyarlo. Yo no tengo la confianza puesta en mí mismo, sino en todos nosotros, y en la idea que nos une. El control de lo público no es un asunto de unos centenares de personas. Lo público nos corresponde controlarlo a los ciudadanos anónimos que somos los propietarios y los paganos del sistema, y esa función de control no se puede delegar, sino que hay que organizarse para asumirla directamente. En eso consiste la democracia, esa es la humildad y la grandeza de la democracia. Ésa sera la auténtica democracia, la democracia que de verdad vale la pena, y la que podremos llamar nuestra democracia, no esta de “ellos” que nos han vendido hasta ahora.